jueves, 3 de septiembre de 2015

QUE PASA CUANDO TU MEJOR NO ES LO QUE DIOS QUIERE?

1 Crónicas 13:5, nos relata una historia cuándo David intento llevar el arca del pacto a su casa.
David pensó que llevando el arca a su casa, Dios se iba a alegrar con esa acción,  pero... Dios en ningún momento le pidio que hiciera eso.
David quizo hacer cosas humanamente para agradar a Dios. (2 Samuel 6:1-11)

Las cosas que hacemos humanamente no es lo que le agrada a Dios. Él está interesado en un corazón obediente. Nosotros no tenemos con que sorprender a Dios, porque, que podemos darle a él que ya no tenga?



La presencia de Dios no se atrae con buenas intenciones. A que nos referimos con buenas intenciones: hacer las cosas solo por religiosidad, hacer cosas correctas pero con corazones duros no quebrantados.  El espíritu religioso es un agente de satanás asignado para impedir cambios y mantener el status usando engaños religiosos (2 Corintios 11:3, Mateo 15:-3, Marcos 7:5-7).
La presencia de Dios se atrae con ese diseño correcto de obediencia, que lo que hagas sea de corazón, hacer su voluntad con amor.

Lo que David pensó era una buena acción,  terminó en una tragedia. Pero entendió el mensaje de Dios y como nos dice en Salmos 40:6-8 "Sacrificio y ofrenda no te agrada sino el hacer tu voluntad"

El entregarle nuestro corazón a Dios en totalidad y que nos guíe conforme a su voluntad, empezar y ser obediente a esa intimidad con él, conocer el corazón de Dios nos ayudará a comprender que es lo que Dios quiere de nosotros.

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